SEXTO REFUERZO PERÍODO TRES

ACTIVIDAD ACADÉMICA DEL ÁREA DE HUMANIDADES, LENGUAJE E INGLÉS VÀLIDA PARA ESPAÑOL Y LECTOESCRITURA REFUERZO PERÍODO TRES DOCENTE: JULIE BAHAMÓN FECHA: NOVIEMBRE 23 GRADO 6 PERÍODO 3 NOMBRE ESTUDIANTE: ___________________________________GRUPO: _______ 1. Vamos a practicar la diferencia entre porque, por qué, porqué y por que. Selecciona la opción adecuada. 1. Me gustaría saber ____________ te pones tan pesado. 2. Nos llevó todo el camino con una canción que decía: «¡__________no engraso los ejes me llaman abandonao…!». 3. Ha mostrado mucho interés ___________ el proyecto salga adelante. 4. No entiendo el ________ de su reacción. 5. ¿_______ le interesa a usted la ortografía? 6. No te puedes hacer una idea de ________ poquito no hemos ganado. 7. Me quedé en casa _________ estaba enfermo. 8. Si yo supiera ____________… 9. Desde luego… __________ menudencias te enfadas a veces. 10. El motivo __________ los hemos convocado es que hay que hacer reformas en el edificio. 2. Lee el cuento La vendedora de cerillas Autor: Hans Christian Andersen Era la última noche del año y mientras todas las familias se preparaban para sentarse a la mesa rodeados de ricos manjares, en la calle estaba descalza ella: la joven vendedora de cerillas. La pobre llevaba el día entero en la calle, sus huesecitos estaban ateridos de frío por culpa de la nieve y lo peor de todo es que no había conseguido ni una sola moneda. - ¡Cerillas, cerillas! ¿No quiere una cajita de cerillas señora? Pero la mayoría pasaban por su lado sin tan siquiera mirarla. Cansada, se sentó en un rincón de la calle para guarecerse del frío. Tenía las manos enrojecidas y casi no podía ni moverlas. Entonces recordó que tenía el delantal lleno de cerillas y pensó que tal vez podía encender una para tratar de calentarse. La encendió con cuidado y observó la preciosa llama que surgió delante de sus ojos. De repente apareció en el salón de una casa en el que había una gran estufa que desprendía mucho calor ¡que bien se estaba allí! pero la cerilla se apagó rápido y la estufa desapareció con ella. - Probaré con otra, pensó la niña. En esta ocasión vio delante de ella una gran mesa repleta de comida y recordó los días que llevaba sin probar bocado. Alargó la mano hasta la mesa para tratar de llevarse algo a la boca y…. ¡zas! Se apagó la cerilla. Eran tan bonitas las cosas que veía cada vez que encendía una, que no se lo pensó dos veces y encendió una tercera cerilla. - ¡Oooohhh!, exclamó la niña con la boca abierta. Que árbol de Navidad tan grande, y cuantas luces… ¡es precioso! Se acercó a una de ellas para verla bien y de golpe desapareció todo. Rápidamente buscó una nueva cerilla y volvió a encenderla. En esa ocasión apareció ante ella la persona a la que más había querido en el mundo: era su abuela. - ¡Abuelita! ¡Qué ganas tenía de verte! ¿Qué haces aquí? No te vayas por favor, déjame que me vaya contigo. Te echo de menos… y consciente de que la cerilla que tenía en su pequeña mano estaba a punto de apagarse, la pequeña siguió encendiendo cerillas hasta que agotó todas las que le quedaban, instante en el cual la abuela cogió dulcemente a la niña de la mano y ambas desaparecieron felices. La pequeña dejó de sentir frío y hambre y empezó a sentir una enorme felicidad dentro de sí. A la mañana siguiente alguien pasó junto al mismo sitio en que la pequeña se había sentado y la encontró allí, rodeada de cerillas apagadas, inmóvil, helada por culpa del frío, pero con una sonrisa inmensa en su cara. - ¡Pobrecita!, exclamó al verla Pero lo que no sabía nadie es que la pequeña se marchó feliz, de la mano de su abuelita, hacia un lugar mejor. 2. ACTIVIDAD Luego de leer la Vendedora de Cerillas, realiza a. Un cartel, donde expongas el tema del cuento, las características de la protagonista, un dibujo que represente el cuento y una corta biografía del autor. b. Señala en el cuento la superestructura, es decir, inicio, nudo, desenlace. c. ¿Quién es el narrador del relato? d. ¿Cuál crees que hubiera sido tu reacción al tener que aguantar las condiciones que vivió la vendedora de cerillas? e. ¿Cómo ayudarías a la vendedora de cerillas? f. Consulta qué es La hipotermia y sus síntomas. 3. ACTIVIDAD : Lee el siguiente cuento Frida Autora Yolanda Reyes De regreso al estudio. Otra vez, primer día de colegio. Faltan tres meses, veinte días y cinco horas para las próximas vacaciones. El profesor no preparó clase. Parece que el nuevo curso lo toma de sorpresa. Para salir del paso, ordena con una voz aprendida de memoria: –Saquen el cuaderno y escriban con esfero azul y buena letra, una composición sobre las vacaciones. Mínimo una página por lado y lado, sin saltar renglón. Ojo con la ortografía y la puntuación. Tienen cuarenta y cinco minutos. ¿Hay preguntas? Nadie tiene preguntas. Ni respuestas. Solo una mano que no obedece órdenes porque viene de vacaciones. Y un cuaderno rayado de cien páginas, que hoy se estrena con el viejo tema de todos los años: "¿Qué hice en mis vacaciones?". "En mis vacaciones conocí a una sueca. Se llama Frida y vino desde muy lejos a visitar a sus abuelos colombianos. Tiene el pelo más largo, más liso y más blanco que he conocido. Las cejas y las pestañas también son blancas. Los ojos son de color cielo y, cuando se ríe, se le arruga la nariz. Es un poco más alta que yo, y eso que es un año menor. Es lindísima. Para venir desde Estocolmo, capital de Suecia, hasta Cartagena, ciudad de Colombia, tuvo que atravesar prácticamente la mitad del mundo. Pasó tres días cambiando de aviones y de horarios. Me contó que en un avión le sirvieron el desayuno a la hora del almuerzo y el almuerzo a la hora de la comida y que luego apagaron las luces del avión para hacer dormir a los pasajeros, porque en el cielo del país por donde volaban era de noche. Así, de tan lejos, es ella y yo no puedo dejar de pensarla un solo minuto. Cierro los ojos para repasar todos los momentos de estas vacaciones, para volver a pasar la película de Frida por mi cabeza. Cuando me concentro bien, puedo oír su voz y sus palabras enredando el español. Yo le enseñé a decir camarón con chipichipi, chévere, zapote y otras cosas que no puedo repetir. Ella me enseñó a besar. Fuimos al muelle y me preguntó si había besado a alguien, como en las películas. Yo le dije que sí, para no quedar como un inmaduro, pero no tenía ni idea y las piernas me temblaban y me puse del color de este papel. Ella tomó la iniciativa. Me besó. No fue tan fácil como yo creía. Además, fue tan rápido que no tuve tiempo de pensar "qué hago", como pasa en el cine, con esos besos larguísimos. Pero fue suficiente para no olvidarla nunca. Nunca jamás, así me pasen muchas cosas de ahora en adelante. Casi no pudimos estar solos Frida y yo. Siempre estaban mis primas por ahí, con sus risitas y sus secretos, molestando a 'los novios'. Solo el último día, para la despedida, nos dejaron en paz. Tuvimos tiempo de comer raspados y de caminar a la orilla del mar, tomados de la mano y sin decir ni una palabra, para que la voz no nos temblara. Un negrito pasó por la playa vendiendo anillos de carey y compramos uno para cada uno. Alcanzamos a hacer un trato: no quitarnos los anillos hasta el día en que volvamos a encontrarnos. Después aparecieron otra vez las primas y ya no se volvieron a ir. Nos tocó decirnos adiós, como si apenas fuéramos conocidos, para no ir a llorar ahí, delante de todo el mundo. Ahora está muy lejos. En 'ESTO ES EL COLMO DE LEJOS', ¡en Suecia! y yo ni siquiera puedo imaginarla allá porque no conozco ni su cuarto ni su casa ni su horario. Seguro está dormida mientras yo escribo aquí, esta composición. Para mí la vida se divide en dos: antes y después de Frida. No sé cómo pude vivir estos once años de mi vida sin ella. No sé cómo hacer para vivir de ahora en adelante. No existe nadie mejor para mí. Paso revista, una por una, a todas las niñas de mi clase (¿las habrá besado alguien?). Anoche me dormí llorando y debí llorar en sueños porque la almohada amaneció mojada. Esto de enamorarse es muy duro...". Levanto la cabeza del cuaderno y me encuentro con los ojos del profesor clavados en los míos. –A ver, Santiago. Léanos en voz alta lo que escribió tan concentrado. Y yo empiezo a leer, con una voz automática, la misma composición de todos los años: "En mis vacaciones no hice nada especial. No salí a ninguna parte, me quedé en la casa, ordené el cuarto, jugué fútbol, leí muchos libros, monté en bicicleta, etcétera, etcétera". El profesor me mira con una mirada lejana, incrédula, distraída. ¿Será que él también se enamoró en estas vacaciones? ACTIVIDAD 3 Dibuja la ruta de viaje que realizó Frida, en un mapa Explica la siguiente frase con sus propias palabras: “Esto de enamorarse es muy duro...".

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